Durante nuestra visita al estado de Goiás en Brasil tuvimos la suerte que nuestros amigos nos llevaron a conocer el pueblo de Pirenópolis. Este asiento es uno de los pueblos más antiguos del estado. Fue fundado en 1727 por una de las banderías de paulistas, residentes de la ciudad de Sao Paulo que se internaban en esta región en busca de oro y esclavos. Es reconocido como asiento histórico, habiendo sido registrado como Patrimonio Nacional en 1989. Originalmente fue llamado Minas da Nossa Senhora do Rosário da Meia Ponte.

En este pueblo se celebra la Fiesta do Divino Espírito Santo, conocida popularmente por Cavalhadas. Es una tradición que se efectúa desde 1819. Por tres días, comenzando en el 45 día después del Domingo de Resurrección, el pueblo se transforma en una escena de la Era Media. Una batalla entre Moros y Cristianos en la cual al final los moros son convertidos a la fe cristiana. Y en el proceso la alegría y el entusiasmo reinan en todo el pueblo.

Cuando nosotros fuimos no era durante los días de fiesta. Sin embargo, Pirenópolis es un destino turístico de los brasileños y como tal hay muchos restaurantes y tiendas. Algunas calles son peatonales, donde se puede pasear, merendar, comprar con toda tranquilidad y amplitud. También hay una oficina turística donde le proveen al visitante información de todos los eventos y lugares en el pueblo y sus alrededores; fueron muy amables y serviciales con nosotros.

Situado a 66 kilómetros al norte de Anápolis, hicimos nuestro viaje a Pirenópolis en cosa de una hora viajando por una carretera en excelente condiciones.

Se dice que en la zona de Pirenópolis se han visto muchos OVNIs. Realmente nosotros no indagamos en la cuestión y nadie nos mencionó nada al respecto. Sólo que esta información la hemos visto en un par de folletos turísticos y aquí la pasamos.