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Floresta en Río de Janeiro |
Río de Janeiro, Brasil |
Caminando sin rumbo |
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Sobre los cerros de Río de Janeiro crece la floresta |
Entre las muchas cosas que ver en Río de Janeiro una de las que menos hemos visto ser anunciadas son las selvas que crecen sobre las montañas. La ciudad de Río de Janeiro se ha desarrollado alrededor de unas altas elevaciones que corren paralelas y próximas a la costa de Brasil. Ya en nuestro viaje a Sao Paulo tuvimos la suerte de pasar por estas sierras cuando fuimos hasta Praia Grande. Aquel viaje sólo las cruzamos mientras viajábamos por la autopista. Esta vez pudimos detenernos y disfrutarlas con mayor tranquilidad. |
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Esta floresta está próxima al Cristo Redentor |
A estas selvas le llaman florestas y al menos una gran parte de la que hay en Río de Janeiro está protegida en el Parque Nacional da Floresta da Tijuca. En este ecosistema habita una gran variedad de animales y plantas, algunos de ellos en serio peligro de extinción como son algunas de las especies en los tamarinos y titíes y los monos americanos. Este parque es grande y forma parte del Bosque Atlántico (Mata Atlântica) que se extiende en Brasil desde el noreste hasta el sur continuando en el interior del continente hasta Paraguay. Pero bueno, en este viaje sólo vimos un pedacito de la floresta y es a eso a lo que nos limitamos. |
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Vista de Ipanema desde la altura de la floresta |
En lo alto del Morro del Corcovado encontramos al Cristo Redentor. Según nos dijeron a una altura de 710 metros sobre la playa de Copacabana. Apenas bajamos a la cafetería en el complejo turístico de este impresionante monumento, ya notamos la vegetación que pronto se convierte en la densa floresta. |
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Un parque sobre la montaña |
Cuando fuimos a ver al Cristo Redentor subimos en automóvil. También se puede subir en un trencito que según tenemos entendido pasa por entre los árboles en la ladera del morro. Pero bueno, nosotros fuimos en carro y apenas salimos de la sección del Cristo Redentor en vez de continuar por la calle que subimos, tomamos otra calle que bordea el morro a esa altura. Las fotos que aquí presentamos son las de esta calle que entre la vegetación, la montaña y una vista panorámica increíble se extiende por una buena distancia. Eventualmente llegamos a una intersección con otra calle por aquellas alturas. Nuestro guía y chofer nos dijo que a un lado continuábamos a otros lugares en la Floresta da Tijuca y hacia el otro iríamos bajando hasta llegar a la Barra de Tijuca. Hicimos una vuelta en forma de U y volvimos a disfrutar del mismo paseo de regreso al Cristo Redentor. |
El clima de la altura es muy agradable. Nos recordó mucho del bosque en Puerto Plata sobre la Loma de Isabel de Torres que se encuentra a unos cien metros más alto pero se siente como la misma temperatura y humedad. |
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El agua corre por la floresta |
Nos llamó mucho la atención los arroyos y el agua de estos arroyos cayendo a chorros en algunos lugares en la calle. Había llovido y posiblemente esto fuera razón para la abundancia de tanta agua. En uno de esos lugares paramos y bebimos de esa agua: fría, cristalina, sabrosa. También nos detenimos en otra parte donde ya el arroyo es más ancho y el agua corre en mayor cantidad. Nos dijo nuestro guía que muchas personas iban allá arriba a lavar los carros pero que eso ya está prohibido. |
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Ya se ven arroyos a estas alturas |
A lo largo del paseo por la floresta además de los arroyos hay miradores y pequeños parques o descansos donde se puede arrimar el carro y bajarse. Vimos gente corriendo por la calle y también montando bicicleta, lo que no sabemos es si subieron la montaña de esa forma o si parquearon el carro y entonces se pusieron a hacer atletismo. Nos dijo el guía que los fines de semana la calle la tienen que cerrar por la cantidad de gente que va a pasar el día allí. |
Bosques y Selvas del mundo: |
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