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En São Paulo hay al menos dos aeropuertos que abastecen un extenso tráfico de pasajeros. Uno de ellos, Guarulhos, es principalmente para vuelos internacionales, que es el que presentamos en esta página. Tenemos entendido que este aeropuerto también da servicio a vuelos nacionales, aunque en nuestro segundo viaje, a Anápolis, tuvimos que trasladarnos a otro aeropuerto, Congonhas, en São Paulo para hacer ese vuelo. Los dos aeropuertos, en caso que tenga que hacer transferencia igual que nosotros, están como a media hora de camino si no hay ningún tráfico, lo cual en São Paulo es bien raro. Si tiene que cambiar de aeropuerto considere esta demora, sobre todo si es día entre semana. |
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Este aeropuerto, cuando lo visitamos en el 2004, estaba integrado por dos terminales de semejante tamaño y apariencia. Las dos terminales que nosotros vimos, no sabemos si hay otras, están próximas y se unen por medio de un corredor interno. La sala principal de cada terminal tiene tres plantas, o pisos. En nuestros dos viajes, que lo hicimos con dos aerolíneas diferentes, llegamos y salimos por la misma terminal. En el segundo regreso, ya que teníamos considerable tiempo de espera, nos dimos una vueltecita por la otra terminal y luce casi idéntica a la que usamos. |
La sala de partida, en la planta intermedia o segundo piso, es amplia. Es ahí donde se hacen las líneas para confirmar los boletos y entregar las maletas. Después se pasa a otra sala menor, realmente un corredor o pasillo, donde sale uno legalmente del Brasil, la despedida de inmigración, lo pasan a uno por las máquinas antiterroristas, que chillan y chillan, y después se borda el avión. |
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Cuando llegamos a este aeropuerto, después de inmigración y un posible registro de las maletas, pasamos a la sala de la terminal en la planta baja, o primer piso. Las casas de cambio de moneda se encuentran en esta sala, lo cual es muy conveniente y necesario ya que en Brasil sólo circula la moneda nacional. Después de cambiar un poco de dinero nos dirigimos a la salida de la terminal donde nos espera una larga línea de taxis. La transferencia al otro aeropuerto lo puede hacer en ómnibus, que es mucho más económico y salen frecuentemente. El boleto del ómnibus lo puede comprar en la taquilla que esta en la planta baja por la parte de afuera, ahí mismo donde están los taxis. |
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El trato que recibimos al llegar y salir en nuestros dos viajes por este aeropuerto fue excelente. Nosotros comprendemos que todos están haciendo un trabajo muy serio y no tratamos de hacérselo más difícil. No nos gusta que nos maltraten pero tampoco abusamos de la paciencia, muchas veces ya extenuada cuando llegan a nosotros, de los agentes de inmigración y aduana, y realmente no tenemos quejas de esas personas en este aeropuerto. De las demás personas con que lidiamos: agentes de las aerolíneas, casa de cambio, agentes de los taxis, y todos en general, los caballeros muy respetuosos y las damas eran caramelos. |
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Tenemos entendido que muchos de los vuelos internacionales, al menos procedentes de América del Norte y Europa, emplean este aeropuerto en São Paulo y el de Río de Janeiro como entrada y salida al Brasil. Realmente es un aeropuerto muy práctico y ya que se comparte el tráfico aéreo con otros aeropuertos en São Paulo no tiene las incomodidades de los aeropuertos muy grandes. Está alejado del centro de la ciudad, lo cual es malo porque el taxi sale muy caro, pero es bueno porque limita al público a solo aquel que este relacionado con el aeropuerto. |
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