Unas vistas de lo que vimos en los alrededores de la ciudad de São Paulo, lo que llamaríamos la zona rural. Antes de ir a la ciudad de São Paulo nos imaginábamos, de acuerdo a lo que nos habían dicho, que aquello allí era concreto y más concreto. Una ciudad tan grande que prácticamente era imposible dejar de ver aquello que el hombre ha hecho.

Es cierto que la ciudad es inmensa. Es cierto que hay mucho concreto allí. También es cierto, que nadie nos lo había mencionado, que la naturaleza tiene su lugar y hasta es respetada en de todo aquello. Dentro de la ciudad son muchas las avenidas adornadas con árboles, en ciertos casos ya de buen tamaño. Y hay parques, algunos de abundante vegetación, que le dan balance a los numerosos edificios.

Como nuestra experiencia es que estos viajes son mucho más interesante cuando le permitimos al camino que nos lleve a donde el estime apropiado, nosotros sí hacemos algunos planes, sí preparamos un itinerario tentativo, pero una vez en el lugar, guardamos la brújula y nos vamos a donde el viento nos sople. Así fue nuestro viaje a São Paulo. Tan pronto llegamos al aeropuerto, tomamos un taxi al hotel. El taxi era el próximo en la larga línea de taxis que hay en el aeropuerto. La joven que lo conducía, Rose, no hablaba ni inglés ni español en aquel entonces y nosotros sólo portugués de libros. Ese es el camino, nos entendimos, y Rose durante la próxima semana, complaciendo nuestro pedido, nos llevó a conocer su ciudad. A ver el São Paulo acomodado y el pobre, al centro de la ciudad y el São Paulo rural, a comer churrascadas en los mejores restaurantes de la ciudad y a tomar suco de cana por las calles de los barrios más pobres.

Comenzaron los tours por los sectores más atractivos de São Paulo y según fue pasando la semana fuimos viendo el resto de la ciudad. Es simpático, al principio Rose nos llevaba a algún lugar y nos miraba a ver cual era nuestra reacción. Como que tenía miedo que no nos gustara o que nos asustáramos. Al cuarto día ya estábamos en una zona rural. Entonces sí se puso aquello interesante porque lo mismo íbamos a un reparto fuera de los límites de la ciudad que nos adentrábamos en el mismo centro de São Paulo.

Como parte de esas experiencias presentamos esta página de São Paulo Rural, tratando de ser justos y proveer el mismo balance que Rose nos brindó. Son muchos los edificios bellos que vimos, pero también vimos muchas cosas interesantes que no tienen nada que ver con la vida urbana.

Así es São Paulo, así es el Brasil que hasta ahora conocemos. Muy sofisticado cuando se respecta a lo urbano y muy real cuando vamos a lo rural. Todas estas fotos las tomamos en São Paulo, muchas de ellas en lo que corresponde al estado ya fuera de la ciudad.