En Luján no llegamos a hospedarnos. Sólo pasamos en esta ciudad una mañana y parte de la tarde. Sin embargo, fuimos a un par de hoteles a indagar porque en el próximo viaje que hagamos a la región de Buenos Aires nos gustaría pasarnos unos días en Luján. La ciudad de Luján no es lujosa, más bien sencilla, pero tiene un magnetismo que dan deseos de quedarse allí.

Caminando por las calles vimos muchos hoteles. No son grandes, ni tampoco aparentan ser de cinco estrellas, pero sí son muy atractivos. Algunos están bien cerca de la Basílica y, si mal no recordamos, vimos otros cerca del parque en el centro de la ciudad. Por el camino que fuimos, lo primero que vimos fue la Basílica de Nuestra Señora de Luján. Como es tan grande y está tan bien presentada con el inmenso parque delante de ella y entre éste y la autopista una amplia avenida, nos pareció que aquello era todo lo que había en ese lugar. Después, caminamos y fue entonces cuando llegamos a otra sección de la ciudad que es el centro comercial. Muy atractiva esta zona también.

No recordamos haber visto ningún hotel al otro lado del río, aunque es posible que haya alguno en esa área. Aunque la localidad, dentro de la ciudad, no aparenta tener mucha importancia ya que las distancias no son tan grandes y el recorrido se puede hacer perfectamente a pie. Realmente, un paseo a pie es lo ideal porque la configuración y los establecimientos invitan a caminar toda la ciudad.

En los hoteles que preguntamos fueron muy amables y nos atendieron hasta que todas nuestras preguntas fueron satisfechas. Se veían muy limpios, decentes y cómodos. En ambos hoteles nos dijeron que las reservaciones son imprescindibles porque todo el año mantienen todas las habitaciones llenas. Sí, todo el año, y las reservaciones para los días festivos deben de hacerse con considerable tiempo por adelantado. Claro, siempre que las cosas se hagan con tiempo, no habrá ningún problema.