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¿Por qué le dedicamos esta presentación a los perros del Uruguay? Realmente por dos razones. La primera es porque nos gustan mucho los animales y donde quiera que vemos uno, si las condiciones son apropiadas, nuestro instinto de retratar no lo podemos detener. Como no somos fotógrafos, entonces en vez de tratar de tomar la foto perfecta, simplemente retratamos las imágenes que nos llaman la atención. |
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La otra razón es que en todos nuestros viajes al Uruguay los perros de por sí nos han llamado la atención. Es el respeto que hemos notados en muchas personas hacia estos seres que conviven con ellos en las ciudades. En Montevideo vimos personas acomodando cajas vacías para que los perros callejeros pudieran dormir dentro de ellas. No recordamos donde, pero en uno de los viajes anteriores también vimos a una persona atendiendo a un perro callejero como si fuera un niño lastimado. Muchísimas veces hemos oído a personas por las calles hablarles a los perros callejeros en un trato como si fuera otra persona cuando se cruzan al caminar. No, estas personas no estaban locas, simplemente haciendo lo que tal vez muchos de nosotros no hacemos y deberíamos hacer. |
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En esta visita a Colonia del Sacramento la primera persona, excluyendo un vendedor, con que hablamos era acompañado por un perro Bóxer atigrado que era una belleza de animal. Sin cadenas, sin clase de adiestramiento el perro iba y venía del lado del señor. El amo sumamente orgulloso de su perro, con toda la razón, nos respondió el saludo y como buen uruguayo enseguida entablamos conversación. Eventualmente nos despedimos porque tenía que llevar al perro al Río de la Plata para que se bañara. Después de la despedida miró a su perro y dijo estas palabras que son pocas pero dicen mucho del cariño de los uruguayos hacia estos animalitos, el cual aquí reconocemos y admiramos: “Sólo le falta hablar”. |
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