Colonia del Sacramento es una de las ciudades más histórica del Uruguay. También es una de las ciudades más turísticas de este país sudamericano. Lo cual aparenta no tener nada que ver con los carros antiguos pero hay un par de datos más envueltos en esto.

Resulta ser que durante el principio del siglo XX, cuando los automóviles comenzaban a fabricarse en las líneas de ensamblaje (se acuerda, Henry Ford), el Uruguay fue uno de los países más próspero, per capita, del mundo. El concepto democrático era una realidad mucho antes de toda aquella prosperidad. Entonces sucedió un fenómeno que aun en el presente es solo un sueño para muchas otras naciones. Todo aquel auge se distribuyó por toda la población; claro que habían familias muy adineradas, pero se instituyeron obras que trataron de erradicar la pobreza e implementar la educación y otros bienes para la sociedad en general. La oportunidad de prosperar llegó al alcance de todos.

Aquella riqueza permitió a muchos adquirir comodidades del extranjero, como autos. Lo cual sucedió en muchos otros países, sin embargo hay un dato que tan pronto uno pisa el Uruguay nota. Los uruguayos son personas de muchos detalles y muy cuidadosa de lo que tienen. Aunque les encanta estar en la última moda, también cuidan de lo que tienen con mucho esmero. Por estas razones, nos imaginamos, en el centro de Montevideo hemos visto desde los autos más caros modernos hasta antigüedades que nos asombra como es que aun caminan.

Tal vez sea por estas razones, o tal vez por otras que aun desconocemos, que en el Uruguay aun se ven autos operando que para muchos de nosotros serían antiguos. En Colonia de Sacramento vimos muchos de ellos. Algunos parecían estar allí para complementar el ambiente, otros definitivamente eran autos aun en uso.

Por cierto, en las décadas de 1960 y 1970 muchos museos de América del Norte y Europa fueron al Uruguay en busca de autos antiguos para sus exposiciones.