¿Le agrada comer? ¿Hasta llenarse o sólo probar exquisiteces? Si la respuesta es sí a cualquiera de las dos preguntas, entonces debe de ir a Nueva York. En esta ciudad hay restaurantes de todas partes del mundo. No solamente de todo el mundo, hasta de las diferentes culturas en muchos países. Imagínese usted que hay hasta un restaurante de comida china cubana.

La pizza de Nueva York tiene fama por el sabor de la masa. Dicen que tiene algo que ver con el agua de la ciudad. Lo cierto es que aun en las franquicias de algunas pizzerías, dicen los expertos en estas cosas, el sabor es diferente en otras ciudades; y por supuesto, el sabor de Nueva York es el mejor. Hay muchísimos restaurantes y franquicias en toda la ciudad que su especialidad es la pizza. En algunos de estos restaurantes también podrá probar otros platos italianos que eran una tentación.

El perro caliente (hot dog) es otro plato, si le pudiéramos llamar así, del que los neoyorquinos están muy orgullosos. Sí, el perro caliente que se compra en los carritos ambulantes en las esquinas de la calle. También venden salchichas que son un poquitos más grande y tiene un sabor algo más fuerte. Sea hot dog o salchicha es un bocadillo, o almuerzo, que todo visitante debería tratar.

En la Avenida de las Américas, al sur inmediato de Central Park, hay varios restaurantes no muy caros. En esa zona fuimos a uno que es de monstruos y cosas extrañas. Un poco intimidador pero la comida excelente, claro ya este no es tan barato. Claro, si el dinero no es problema para usted, entonces ya la cosa si se pone seria. Empiece por los restaurantes de los hoteles, de ahí en adelante, no hay fin.

Para aquellos que sí tenemos que mantenernos dentro de un presupuesto un lugar perfecto para ir a cenar y pasar un buen rato es Little Italy (La Pequeña Italia). Como es de esperar allí los restaurantes se especializan en comida italiana. En este viaje cenamos en un restaurante no muy grande pero sí muy acogedor. No sabemos porque pedimos los mismos platos que usualmente ordenamos en nuestra ciudad, pero aquello tenía un sabor muy diferente, deliciosos. La semana que viene, cuando vallamos al restaurante italiano que acostumbramos ir, el cocinero va a tener que trabajar.