Los hoteles en todo el Perú son muy buenos. En todos los que nos hemos hospedado, y en otros que visitamos, lo tratan con máximo respeto y a la vez hacen todo lo posible por proveerle un hospedaje agradable y con todas las comodidades que un turista se merece. En Lima los precios son mucho más módicos de lo que esperábamos en una ciudad de este tamaño.