En todas partes encontramos curiosidades, detalles típicos que dan colorido y obligan al visitante a detenerse a observar. En la cultura inglesa hay suficientes curiosidades para hacer un trabajo de varios tomos. En algunas de las otras páginas que acompañan a ésta tratamos algunos de esos detalles culturales, entre otros: los autobuses rojos de dos pisos, los taxis que ya no son todos negros, los canales con sus botes lanchas alargados, los relojes sincronizados, las columnas en los monumentos, los pubs y su ambiente familiar; y en otras se ven fotos de la variedad de colores en la cabeza, los dulces y bueno, tantas otras cosas que son comunes en Londres, y el Reino Unido en general, y nada usual en el resto del mundo.

En esta página tratamos de ir más allá de las curiosidades de la cultura inglesa y presentar algunas fotos de curiosidades en las curiosidades de esa cultura. Cosas que resaltan como la variedad y el gusto en el diseño de las teteras y tazas de te; y la desviación en el color de las cabinas telefónicas que se ven por todas partes, hay veces que hasta en grupos de cuatro.

Hemos visto en muchos lugares policías a caballo, hasta en bicicletas, pero usualmente son hombres. A una cuadra de la Casa de Parlamento, donde está la Torre del Reloj, vimos a estas dos jóvenes policías bajo la lluvia conduciéndose con toda tranquilidad y control en sus cabalgaduras. Ya que estamos en el asunto de la seguridad también vimos una de las antiguas cajas de policías frente a la estación de Earl's Court. Estas cajas azules son como cabinas telefónicas pero más grande y en un tiempo no muy lejano eran bien comunes en Londres.

Vimos muchas otras cosas que podríamos incluir en esta página: como una caja para botar los cuchillos y navajas, eso es voluntariamente y en anónimo; las personas que se paran en una esquina con un letrero y allí se pasan todo el día sujetándolo, en algunos casos los vimos con hasta dos letreros; mujeres taconeando según cruzan los puentes de Londres, sí todos nos enorgullecemos de la belleza y elegancia femenina en nuestra ciudad y es fácil cruzar un puente caminando, pero sonando los tacones altos ya es muy diferente y no tan usual en ninguna parte que hemos estado; y si anotáramos todos aquellos detalles, o curiosidades, que nos hicieron detenernos, estamos seguros que un tomo no sería suficiente. Claro, esto es sin incluir Eton con sus cosas extrañas, que de por sí se lleva su propio tomo.