Lucerna es una de esas ciudades que el tiempo tal parece haber olvidado. Son sus edificaciones, plazas y callejuelas tal y como eran durante los tiempos medievales. Una comunidad que se regocija en vivir la historia con todas las comodidades que el presente ofrece. Construir un mañana sin destruir el ayer.

En el centro de Suiza, al norte del lago Lucerna o de los Cuatro Cantones, donde el río Reuss fluye, encontramos la ciudad de Lucerna. Sus comienzos se documentan en el año 840, llegando a ser una ciudad de gran importancia en el siglo XII cuando se logró abrir el paso de San Gotardo. En el presente es sede de gobierno del cantón de su mismo nombre y en su pasado también ha servido de capital de la Federación Helvética o como todos la conocemos, Suiza.

Esta ciudad por muchos años ha sido uno de los destinos turísticos más concurridos en toda Suiza. A principios del siglo XX se le reconocía como lugar de recreo y descanso, aunque su popularidad turística se extiende al menos doscientos años.

Entre los lugares de interés se encuentra la Torre de Agua y Puente; este es el puente de madera cubierto más antiguo que aun se mantiene en toda Europa. También aun se conserva parte de la muralla con nueve de sus torres que en el siglo XV protegió a la ciudad. El Jardín de los Glaciares donde se puede observar la erosión de las rocas por la presión efectuada por los glaciares que una vez cubrieron gran parte de Europa. También hay muchos museos entre los cuales no se debe dejar de ver el del Transporte y el de las Bellas Artes; otros interesantes a su gusto son el de Picazo, el de Richard Wagner y el de Historia Natural.

En agosto y septiembre el Festival de Música Internacional es la mayor atracción de Lucerna. Se considera uno de los mejores festivales de toda Europa y si desea ir al festival o pasarse una noche en Lucerna en esta temporada, tal vez sería muy buena idea tener reservaciones. No espere a última hora, las entradas al festival comienzan a venderse en marzo y no son fáciles de obtener. En febrero se celebra un carnaval que dura cerca de una semana; otra vez, no se olvide de sus reservaciones. Realmente, en esta ciudad siempre es bueno tener reservaciones porque hay otros festivales durante el año y uno nunca sabe cuando los otros turistas se van a poner de acuerdo para ir todos a la misma vez.

La comida es muy buena y saludable. Algunas de las exquisiteces son los quesos y los postres, eso es si le queda algún antojo por complacer después de las truchas del lago. Lucerna es el lugar perfecto para también comprarse un buen reloj suizo; aunque tal vez no sea tan buena idea porque ya no tendrá más excusas para volver a estar tarde. ¡Lucerna, una ciudad que se debe visitar!