Estas son las impresiones, acompañadas de algunas fotos nuestras y otras también muy interesantes, que nosotros hemos captado en nuestras visitas al Uruguay. Nosotros no somos guías turísticos ni analistas políticos, turistas normales y corrientes como la mayoría del público en general. Dentro de tales limitaciones, exponemos nuestras observaciones de este país de América del Sur.

Después de cuatro visitas, nuestra curiosidad por conocer más del Uruguay y su población continúa vigente, y por consecuencias las presentaciones las hemos ido ampliando. En el proceso, hemos encontrando algunos detalles muy interesantes. Algunos de estos datos ya los hemos incorporado en esta revisión, otros así lo haremos según los confirmemos.

Al sur de Sudamérica hay un país bien pequeño, tan pequeño que sus ciudadanos le llaman paisito. Tal país es el Uruguay. Y es verdad que es pequeño, como un balín, pero brilla como una perla porque la gente que vive allí es amable y hospitalaria como pocos otros. Créanos que si el camino algún día le lleva, como nos llevó a nosotros, a aquella región en la costa del océano Atlántico entre el Brasil y la Argentina, no se va a querer ir.

La gente del Uruguay son personas muy familiares. En el Aeropuerto Internacional de Carrasco, el que le provee servicio a Montevideo, no es extraño ver a una familia de diez despedir, o recibir, a un pasajero. Y eso que tenemos entendido que los uruguayos viajan bastante. Una vez que ha hablado con una persona del género opuesto, prepárese, porque la próxima vez que se vean, le sueltan un beso en la mejilla.

Para aquellos que deseen visitar este país, nos dijeron que el verano es la mejor temporada. Recuerde que es el verano austral. Ya en diciembre se empieza a notar mucha actividad, durando hasta fines de marzo. Nosotros hemos ido en las otras tres estaciones y aunque hace un poco de frío en invierno, siempre ha sido encantador.

Cuando volvamos a ir, y esperamos que sea pronto, pensamos hospedarnos un par de días en Montevideo y uno o dos más en Punta del Este o en una de las otras ciudades entre estas dos. Claro, si pudiéramos quedarnos más tiempo en cualquiera de estos lugares sería mejor. Montevideo es la capital política y económica del Uruguay. Punta del Este es una de las ciudades más turísticas de Sudamérica. Las otras ciudades que bordean al Río de la Plata son más pequeñas y muy atractivas.

Hay muchas otras ciudades y pueblos muy interesantes con atracciones propias y diferentes que aun no hemos logrado visitar, pero permanecen en nuestra lista de lugares que pensamos disfrutar. Hasta ahora no hemos logrado concordar nuestras vacaciones con los Carnavales, error táctico y serio pero más allá de nuestro alcance. Otro itinerario que se nos ha escapado es el de visitar las ciudades y pueblos al norte, donde el encanto de la vida rural hace olvidar las tensiones y preocupaciones. Pero bueno, ya llegaremos.

También existe la posibilidad de una excursión de un día. Así lo hicimos en noviembre del 2003. Desde Buenos Aires tomamos una lancha buque que atraviesa el Río de la Plata en cosa de una a dos horas de viaje en cada dirección, de acuerdo a donde desee ir y cuanto usted este dispuesto pagar. Otros caminantes que conocimos en tal viaje visitaron Montevideo de esta forma. De acuerdo a sus impresiones al regreso, fue una experiencia que permanecerá resplandeciente en las memorias de sus viajes. Nosotros aprovechamos la oportunidad y fue así como por fin llegamos a conocer a Colonia del Sacramento. Tanto una como la otra ciudad, será una experiencia inolvidable.

La mayor riqueza que tiene el Uruguay es su gente. Es una verdadera democracia donde todos tienen derecho a expresar su opinión. Es tan avanzado el sentido de libertad de esta nación que por muchos años, allá en las décadas a principios del siglo XX, se le llamó la Suiza de América. Pero usted va a ir a disfrutar de lo bueno, y bueno hay mucho en el Uruguay. Porque los uruguayos (y las uruguayas, por supuesto) tienen algo, que todavía no sabemos que es, que lo hacen sentir a uno muy requete bien.

Carreteras y autos rentados: En todas nuestras visitas al Uruguay nosotros rentamos un automóvil. Conducir en las ciudades, incluyendo Montevideo, no demostró ser ningún problema siempre y cuando uno esté al tanto del tráfico. Tenga cuidado en los semáforos con el tráfico que espera (que tienen la luz roja), algunos operadores comienzan a avanzar antes de la luz verde. Proceden tan pronto la otra vía, la que tiene paso, cambia a la luz amarilla.

Los espacios de estacionamiento son pequeños, de acuerdo a la mayoría de los autos; después de un par de intentos los sentidos se nos acostumbraron a las nuevas proporciones y no tuvimos ningún problema. Nuestras experiencias con los policías de tráfico es muy favorable; estaban más preocupados por mantener el orden y ayudar, a nosotros y varias personas más, que en multar.

En varias ocasiones tuvimos la oportunidad de viajar fuera de Montevideo. En tales excursiones conducimos por varias carreteras y caminos. Tanto las carreteras principales, ramales como caminos estaban en buenas condiciones y no presentaban ningún problema para los conductores prudentes. En todas partes todo el mundo siempre nos ayudó con las direcciones y nunca nos hemos perdido por mucho tiempo ni dentro de Montevideo ni en el resto del Uruguay.

Dinero: Nosotros nunca hemos tenido ningún problema cambiando de dólares para la moneda uruguaya. Cuando visitamos desde Buenos Aires tampoco tuvimos problemas cambiando o usando el dinero argentino.

Idioma: En Montevideo y toda la costa sur (al menos donde hemos estado, desde Colonia del Sacramento hasta Punta del Este) se habla español. En varias ocasiones oímos a varias personas comunicándose en inglés; idioma que muchos de los empleados en los hoteles dominan con gran maestría. De acuerdo a los folletos turísticos, al norte del país se habla una mezcla de español con portugués, nosotros hasta ahora siempre nos hemos mantenidos en la costa sur (es que son tan atentos que usualmente no deseamos irnos del primer lugar donde llegamos) y sólo oímos portugués en situaciones similares a cuando escuchamos el inglés.

Hay ciertas palabras que tienen significados algo diferente al que nosotros estamos acostumbrado. Para decir “está bien” o “de acuerdo” algunas personas dicen “ta”, muy similar al “O.K.” en los Estados Unidos. Muchos uruguayos se refieren a sí mismo por el gentilicio de “orientales”. No es común pero oímos decir “pavada” refiriéndose a “tontería”. Y así hay varias más que junto con el acento uruguayo, que no es muy marcado, hacen las conversaciones muy pintorescas y agradables.

Conversaciones: Cuando esté conversando con alguna persona no se moleste si alguien interrumpe la conversación. La norma es que llega tal persona y saluda, entonces se preguntan por toda la familia, y buena parte del barrio, y después se marcha. Es la forma de ser extremadamente familiar de los uruguayos. Tenga paciencia que también son muy profesionales y todas sus preocupaciones serán atendidas y quien sabe, a lo mejor hace nuevas amistades en el proceso.