Caminando sin rumbo en
El Camino Inca




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En el Camino Inca en los altos Andes

El éxito de todo gran imperio recae en sus sistemas de comunicaciones. Los Incas estaban bien al tanto de este detalle y al igual que Roma, mantenían una serie de caminos que conducían desde la capital hasta los lugares más remotos de su territorio.


El único animal de carga que tenían los Incas era la llama, la alpaca la criaban para utilizar su lana. Pero la llama no se puede montar y aunque se les hubiese ocurrido hacer carruajes tirados por estos nobles animales, no hubiese trabajado en estas regiones.

Esta cultura se desarrolló en los altos Andes, donde las montañas y valles son la naturaleza de la topografía. Muchas veces el camino es en las laderas de las montañas, donde después de mucho comprometer y laborar, apenas se logra obtener un metro de ancho. Excelente para caminar, pero no para el uso de carruajes.


A Machu Picchu, como a un sinfín de otros lugares en esta región, llega un ramal del Camino Inca. Se pueden tomar excursiones de varios días, donde se rentan guías y portadores. O se puede dar un caminadita mañanal para adquirir un poco de la magia que dicen que allí abunda. Lo cierto es que antes del mediodía es un paseo encantador.



Aunque debemos recomendarle que por lo menos un mes antes de visitar este lugar y emprender el Camino Inca, camine un poco y fortalezca sus piernas. Los Incas cubrían el camino con rocas firmes y sólidas, pero no tan lisas o planas como el suelo a que estamos acostumbrados.


Portadores que le pueden ayudar con su equipaje.

En este camino de vez en cuando llegamos a una construcción. No muy grandes pero que distraen la vista porque se encuentran como medias abandonadas. Dan la impresión que las estamos descubriendo, y ¿quién sabe cuantos tesoros guarden? Si mientras disfruta de ese maravilloso estado metal de creerse “descubridor” y cuando ya la adrenalina fluye como agua de un manantial, pisa donde no es y se le tuerce un tobillo, créanos, en el regreso va a llorar.


La Puerta del Sol

Trate de estar de vuelta antes del mediodía, puede hacer bastante calor. Si hizo sus ejercicios antes de visitar y empieza bien temprano, puede llegar hasta la Puerta del Sol y estar de regreso sin ningún problema. Lleve agua o algún otro líquido refrescante con usted. Y trate de no ir solo, es siempre bueno tener alguien a quien quejarse, o culpar.






Caminando sin rumbo, vamos por el mundo.

Gracias por visitarnos


Última Revisión: 1 de Diciembre del 2003
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