En el Centro de Río de Janeiro hay gran cantidad de altos y modernos edificios de oficinas. En esta zona también encontramos muchas obras arquitectónicas de la era colonial y posterior. Río de Janeiro fue fundado en 1565 y en 1808 el rey de Portugal con buena parte de su corte se trasladó a esta ciudad, con tal acción y otros eventos posteriores se convirtió en la capital del imperio. Permaneciendo la capital de Brasil, una vez proclamada la República en 1889, hasta 1960 cuando fue transferida a Brasilia; pero los edificios de tan importantes y prolongadas administraciones se encuentran en el Centro de Río de Janeiro.

Esta ciudad tiene tantos atractivos turísticos que es difícil en una semana poder verlo todo y a la vez disfrutarlo; tal vez sea por eso que en los panfletos que hemos visto no le dedican suficiente espacio al Centro de la ciudad. Después de haber caminado por esta zona nos parece una gran perdida el no pasar al menos un rato allí.

En el Centro las calles corren en forma cuadricular, siendo las avenidas Presidente Vargas y Río Branco tal vez las dos de mayor tráfico. Estas dos avenidas se cruzan en forma perpendicular, lo cual una vez que nos orientamos nos proveen las líneas de referencia para no perdernos. Es en la avenida Presidente Vargas donde se encuentra la iglesia Nuestra Señora de la Candelaria, continua esta avenida hasta pasado el Sambódromo. La avenida Río Branco es la que la cruza frente a la iglesia Nuestra Señora de la Candelaria.

En esta sección del Centro es donde hay varios edificios que al menos se debe ver su exterior. El Teatro Municipal y la Biblioteca son sólo dos de ellos. Tuvimos la oportunidad de entrar en varias iglesias en esta zona de la ciudad y sentimos no haber tomado fotos de los detalles. Al menos dos de estas iglesias tenían una decoración bien elaborada enchapada en oro. También hay muchas plazas, algunas calles convertidas en peatonales y espacio para caminar. Recordamos haber visto algunas tiendas de ropa y un par de librerías, además estuvimos en una feria de libros que parece ser frecuente si no es permanente.

Esta fue la zona de la ciudad donde mejor vimos vestidos a los cariocas. No es raro ver un hombre en traje o una mujer en vestimenta equivalente; claro, no todos estaban vestidos de esta forma. Muchas de estas personas daban la impresión que trabajaban en oficinas.

Las dos veces que caminamos por el Centro estacionamos el carro en un parqueo bastante grande bajo un parque; donde está la fuente que vemos en esta página. En ambas ocasiones fuimos pasado el medio día, lo que nos llamó la atención fue que no vimos mucho tráfico de carros ni tampoco suficientes carros en los parqueos para justificar la cantidad de oficinas que los edificios allí pueden tener. Aparentemente el metro y otros sistemas del tránsito público han de estar haciendo una buena función.